Tarta de queso sin horno

Tarta de queso fácil sin horno









Buenas, hoy os traigo esta receta de tarta de queso sin horno, muy fácil de hacer y que puede ser acompañada de cualquier tipo de mermelada en función de los gustos de cada uno.
Esta tarta no es la típica tarta de queso, sino una tarta de queso con un relleno cremoso tipo mousse, la receta es una modificación de una receta que encontré en una web .

Ingredientes

·         1,5 Paquetes de galleta tipo María
·         Aproximadamente 150 gramos de mantequilla
·         300 ml de nata de montar
·         7 láminas de gelatina neutra
·         200 ml de agua
·         1 tarro de mermelada del sabor deseado
·         2 tarrinas de queso  de untar tipo Philadelphia
·         Un sobre de gelatina del sabor deseado
·         Un molde, que pueda ser desmontado
Elaboración
1.       En primer lugar antes de empezar a hacer todo, debemos de tener la nata guardada en el frigorífico  y el recipiente donde se vaya a  montar debe de estar enfriándose en el congelador.

2.       Empezamos haciendo la base de galletas, que puede ser hecha con cualquier tipo de galleta.
Para hacer la base trituramos la galleta, en mi caso use una picadora, pero puedes usar el método que más te guste para triturarla.
Una vez tenemos trituradas las galletas, derretimos la mantequilla en pequeñas cantidades (en mi caso la derretí en el microondas), y vamos añadiendo poco a poco hasta conseguir que tenga  la textura deseada, si vemos  que es necesario añadir más, derretimos más mantequilla, sin pasarnos, ya que de lo contrario quedara demasiado tierna la base.
La extendemos en el molde de forma regular por toda la base y guardamos en el frigorífico la base mientras realizamos la crema de queso.

3.       Para hacer la crema de queso, empezamos hidratando las 6 láminas de gelatina  en un recipiente con agua hasta que estén bien hidratadas y  proseguimos añadiendo el agua de la gelatina en un cazo.


Cuando el agua del cazo este hirviendo, añadimos las láminas de gelatina y removemos hasta que estén bien disueltas.

*Opcional: Si lo deseamos podemos añadir mermelada del sabor deseado en esta mezcla.

Seguidamente  añadimos las tarrinas de queso  sin retirar del fuego, y seguimos removiendo hasta que estén bien disueltas, y retiramos del fuego.

4.       Montamos la nata, que después será  mezclada con la mezcla conseguida en el paso anterior.


Sacamos del frigorífico la nata y el recipiente  y empezamos  a montar la nata con el accesorio de las varillas de la batidora.
Cuando esté empezando a  coger una textura cremosa empezamos a  añadir el azúcar deseada, y seguimos batiendo hasta que este montada.

ATENCIÓN: Cuando tengamos la nata montada, tenemos que dejar de batir ya que  la nata se puede cortar, y separamos la mantequilla del suero de la nata y  tendremos que empezar de nuevo ya que esta se  nos queda inservible.

5.       Cuando tenemos la nata montada la añadimos al cazo que teníamos con el queso y la gelatina y mezclamos todo sin parar de remover y evitando que se nos queden grumos.

Cuando tenemos ya la mezcla acabada, sacamos  del frigorífico la base y añadimos la mezcla de forma uniforme  en el molde y guardamos nuevamente en el frigorífico durante dos horas para que la crema de queso empiece a solidificar.

6.       Por último, cuando la crema ya haya solidificado un poco, empezamos a hacer este apartado.
Empezamos  haciendo la gelatina del sabor deseado,  añadiendo siempre la mitad de agua que vengan en las instrucciones y seguimos las mismas para hacerla.

Una vez tenemos la gelatina hecha, retiramos la mitad de la misma del cazo y añadimos la mermelada deseada  sin dejar de remover y retiramos la misma en un recipiente.

La mitad retirada puede ser usada para lo que se desee, puede ser comida como gelatina o se desecha.

La mezcla de gelatina y mermelada se guarda durante 10 minutos en el congelador, para acelerar  la solidificación de la mezcla, pasados esos 10 minutos la sacamos y la añadimos a nuestra tarta encima de la mezcla de queso, de forma uniforme, evitando que queden grumos (como en las fotos) y la guardamos nuevamente en el frigorífico en torno a tres horas  y ya podemos desmoldar y empezar a saborearla.


Buen provecho!!!